Es normal que ahora mismo te preguntes ¿quien rayos es Enderson Palmera? y ¿por que tendria yo que leer su blog?, ¿de que me va a servir? o ¿cual va a ser el aporte que me ayudara a mi a solucionar mis problemas?. Bueno la respuesta es sencilla, soy una persona normal que tomo la decision de hacer cosas ordinarias de forma extraordinaria y marcar la diferencia. Eso ha traido cambios en mi vida que me han permitido crecer en muchos ámbitos y enfocarme en ser cada día una mejor versión de mi. La intensión es compartir contigo todo el aprendizaje que me ha servido a mi para tal cambio y que estoy seguro que a ti también te puede ayudar.
En tal sentido, para que podamos entrar en confianza y establecer una relación ganar - ganar, es importante que conozcas un poco de mi historia.
El Comienzo
Todo comienza
en mi tierra natal, en la ciudad de Coro del hermoso Estado Falcón. Tierra
bendita que aglomera diversidad de paisajes, climas, flora, fauna y lo más
importante, personas nobles y prosperas de muy buen carisma y sentido del humor. Tierra en donde una gran mujer luchadora,
perseverante, con el propósito de sembrar valores y
principios que hicieran hombres y mujeres de bien, trajo al mundo cinco hijos
maravillosos, de los cuales cuatro son unas grandes mujeres hechas y derechas,
y siendo yo el quinto, el último, el pequeño, el futuro hombre de la casa,
quien debía ser una persona ejemplar y con gran sentido de valor y respeto
hacia la familia. Esa gran mujer, es mi hermosa madre, que doy infinitas
gracias a Dios por mantenerla con nosotros compartiendo y disfrutando de su
inmenso amor y sabiduría. Así mismo, mi padre, un hombre trabajador de temperamento
fuerte, un poco gruñón diría yo, algo mas conservador con los
sentimientos, poco expresivo, pero demuestra su amor y respeto con pequeñas
acciones como estar al pendiente de mis cosas y cuidándome en todo momento, siendo
su orgullo, puesto que soy su único hijo varón. Somos una familia numerosa,
caracterizada por la humildad y bondad hacia los demás, el sentido de
pertenencia hacia la familia y el respeto mutuo.
En la casa se tenía un patrón que nos regia a todos por igual, el cual era que había que estudiar y prepararse para ser profesionales, personas de bien y como lo decía mi mama “estudie para que sea alguien en la vida”. Siguiendo ese ejemplo que se nos inculco, lleve a cabo mis estudios primarios y secundarios en la ciudad de Coro, los cuales culmine satisfactoriamente convirtiéndome en un bachiller de la república; orgullo de mis padres y hermanas, uno de los logros que marca el inicio de un camino hacia alcanzar la meta de ser un profesional. Posteriormente me toca dirigirme a la ciudad de Punto fijo en donde tuve la oportunidad de desarrollar los estudios universitarios. Misión que fue bastante fuerte en principio, dado a que para ese momento significaba salir del seno familiar, los amigos, las cosas conocidas para ir hacia lo desconocido, es decir, salir de “la zona de confort”. Gracias al apoyo de toda mi familia di con gran entusiasmo ese gran paso, con grandes expectativas y una vehemencia por lograr alcanzar la meta de hacerme un profesional y pertenecer a una gran empresa.
Persiguiendo un sueño
Esa nueva
etapa de mi vida trajo consigo grandes enseñanzas, me ayudo a ser una persona
independiente, creer en mis capacidades y enfrentar las diferentes situaciones
que se suscitaban, considerando de que estaba algo lejos de mi familia y debía
desenvolverme solo, asumiendo cada uno de mis pasos con responsabilidad.
Recuerdo claramente que mi madre me decía: ande con cuidado hijo, enfóquese en
lo que debe hacer y honre el sacrificio que se hace para que usted estudie
fuera de la casa, además de que me enseñó a hacer labores de hogar, como lavar,
cocinar, entre otras; mientras que mi padre me decía estudie mucho y pase todas
su materias para que se gradué y entre a trabajar en una empresa importante. Arraigado
en ese estímulo y con la convicción de que debía hacerme un profesional, un
hombre hecho y derecho, tome las riendas me apreté los pantalones y empecé a caminar hacia adelante, siempre acompañado
del apoyo y el consejo de mis padres. Para
el año 2008 específicamente en el mes de diciembre, logre convertirme en ingeniero industrial, logrando
alcanzar el título en cuatro años y siete meses. Fue un mes de emociones y
sentimientos, mis padres y hermanas orgullosos de ver al hermano menor, al hijo
varón convertirse en ingeniero. Recuerdo
que durante toda la carrera mi mama se involucró poco en mis estudios, me
refiero en ayudarme con las clases y trabajos, si me hacia el seguimiento
correspondiente y me apoyaba moralmente, pero dejo en mi la responsabilidad y
libertad de avanzar. Algo que hoy día comprendo mucho mejor, y es que eso me
ayudo a ser responsable de mis acciones y decisiones, a creer más en mí y que si se podía, que no
era estudiar por complacerlos, por cumplir con ellos, sino más bien para
cumplir conmigo, en tener sentido de pertenencia y hacer las cosas con pasión.
A principios
del 2009, ya siendo un profesional a mis 22 años de edad, comienza el nuevo
reto de conseguir un empleo para ser un gran ejecutivo, como decían mis padres
“alguien importante dentro de la empresa”, y no voy a negar que me visualizaba
vistiendo trajes y maletín, conduciendo un equipo de trabajo. Arranco entonces con
grandes expectativas y en la gran búsqueda de lo que llaman “seguridad y
garantía para el futuro”, es decir, un empleo donde pueda durar muchos años,
ascender posiciones jerárquicas y conseguir una pensión y/o jubilación. Comencé
la búsqueda de empleo en la ciudad de Coro y Punto fijo, para ese momento no
era tan impactante la búsqueda de empleo vía internet, por lo que decidí
abocarme a ir a las empresas a tocar sus puertas y dejar mi currículum; la búsqueda
fue bastante dura porque a pesar de tener un gran perfil no tenía la
experiencia para ocupar un cargo, y pocas empresas se atrevían a dar ese voto
de confianza y brindarme la oportunidad de iniciar en el mundo laboral. Cosa
que ya en mi cabeza empezaba a hacer ruido, porque me parecía incongruente que me
prepararan teóricamente en la universidad para enfrentar un mundo laboral que
te seleccionaba por la experiencia que tuvieses en lo práctico, y que si bien
apenas eras un recién graduado, tenía pocas oportunidades de empleo por falta de
experiencia. El tiempo pasaba y nada que sonaba mi teléfono para tener una
entrevista, empecé a sentir frustración y me pasaban cantidad de cosas por la
cabeza que me deprimían; en lo sucesivo, aprovechando de que tenía una tía en
Maracaibo y que podía llegar a su casa, me fui a probar suerte por allá con la
esperanza de conseguir un empleo y poder desarrollar mi carrera. Seguía pasando
el tiempo y nada que recibía llamadas de ofertas laborales.
En ese tiempo
de búsqueda sin recibir respuestas positivas, fueron de gran ayuda los consejos
de mi mama que me decía: hijo el tiempo de Dios es perfecto, su momento va a
llegar. En base a eso, trataba de contrarrestar los pensamientos de desamino y
frustración, y buscaba hacer cosas que me mantuviesen firme y preparado para esa
gran llegada de un empleo. Realice varios oficios como: vendedor de zapatos, cd
musicales y películas, realizaba trabajos de investigación para estudiantes de
diversificado y universitarios, entre otras cosas que el venezolano acostumbra
a llamar “matar tigres”. También empecé a capacitarme en diferentes áreas,
haciendo cursos y talleres de formación personal y profesional. Fue entonces
para finales de octubre del 2009 que a través de una de mis hermanas que vivía
en Los Teques, Estado Miranda, y que su novio trabajaba en una empresa
constructora en la gran Caracas, me hace la propuesta de enviar mi currículum
porque estaban necesitando personal en esa empresa. Es así que surge la oportunidad de asistir a una
entrevista y quedar aprobado para desempeñar un cargo como ingeniero
supervisor. En ese momento experimente una gran emoción y sin consultarlo ni
pensarlo mucho acepte; a pesar de que sabía que nuevamente me tocaba salir de
mi casa, para ir a una ciudad llena de tantas cosas desconocidas para mí y que
era la primera vez que ponía un pie en ella. Gracias al apoyo de mi familia y
la avidez por ser una persona prospera y llegar a ser un ejecutivo de gran
nivel, di inicio a una nueva vida en la gran Caracas, en lo que en mi pueblo
decían “la ciudad de las oportunidades”.
La Independencia
Para esta
nueva etapa tuve que ser una persona fuerte, pero a la misma vez flexible, en
el sentido de que debía adaptarme a unas nuevas costumbres y hábitos de rutina,
una ciudad donde el día comienza muy temprano y se acaba muy tarde. Empecé entonces
a experimentar una independencia más completa, dado a que al igual que cuando estudié
fuera de mi ciudad natal tenía que administrar el tiempo y el dinero, ahora lo
hacía con mis propios ingresos. Así fue pasando el tiempo, adquiriendo
experiencia y conocimiento, fui madurando como persona.
Por diferentes
razones y circunstancias, al pasar el tiempo, salía de un empleo y buscaba otro
con mejores beneficios y mejor remuneración, otros retos, cargos más elevados,
algo que ya por tener cierta experiencia me permitía exigir cada vez más. Fue
entonces cuando también adquirí mis tarjetas de crédito y con ellas las deudas,
básicamente empecé a gastar en la misma proporción de lo que ganaba. En
principios me daba muchas recompensas por el trabajo que hacía, salía a comer
fuera, compraba zapatos, ropa, para ese momento se podría decir que disfrutaba
de los beneficios de ser profesional, lo que coloquialmente decimos “me daba la
gran vida”. Pero lo que era importante pero no me daba cuenta, era que mis
ingresos así como entraban se iban y no estaba dejando ningún patrimonio para
el futuro. Me pasaba soñando con tener un carro pero no lo materializaba,
llegaban los aguinaldos, las vacaciones y nada, porque la plata que llegaba me
la gastaba en otras cosas.
Llegado el año
2012, conozco en el trabajo a una gran mujer, ingeniero industrial al igual que
yo, luchadora e independiente, una mujer que pensaba en construir un futuro
próspero lleno de abundancia a la cual con esfuerzo logre hacer mi novia,
compartíamos un deseo de querer llegar lejos y construir algo sólido juntos. La
relación empezó a formalizarse cada vez más, y es entonces el momento en donde tomamos
la decisión de dar un giro y empezar a materializar algunos sueños, como era el
de comprar cada quien un carro. Empezamos a trabajar en función de ello,
hicimos unos prestamos al banco, reunimos algunos ahorros y pedimos pequeños
préstamos independientes hasta que dimos con la suma equivalente para
comprarnos un carro cada quien; un carro acorde con el prestamos solicitado, el
cual estaba dentro de nuestro presupuesto para poder pagarlo responsablemente,
ya que debían ser cubiertos mes a mes con cuotas fijas establecidas.
Hubo
una gran enseñanza es ese momento de materializar esa meta del carro, y fue que
nos dimos cuenta de que tiempo antes de que nos propusiéramos ese objetivo,
cada quien por su lado anhelaba tener carro y soñaba con eso, pero como no se
daba ningún paso ni se aplicaba ningún plan de acción, todo iba quedando en una
simple ilusión; lo cual nos demuestra que una vez que nos concentramos
realmente en lo que queremos y trabajamos en función de ello, se puede lograr.
Ya teniendo cada quien un vehículo, comienzan a surgir nuevas metas, la relación se empieza a tornar más comprometida uno con el otro, y es cuando decidimos que el siguiente paso sería comprar un apartamento e independizarnos definitivamente; dado a que ella vivía en la Guiara, Estado Vargas, con su mama y yo vivía en casa de mi hermana en los Teques. Empezamos entonces a evaluar zonas donde se estuviesen construyendo conjuntos nuevos, por un tema de que si comprábamos en plano, tendríamos más posibilidad de pagar las cuotas y adquirir un crédito de vivienda con el banco. Fueron varios meses de búsqueda hasta que para julio del 2013 ubicamos un conjunto residencial en los Valles del Tuy en donde logramos reservar con 20mil bolívares fuertes, siendo este el único capital que teníamos ahorrado, considerando que a pesar de tener unos ingresos buenos para la fecha, nos gastábamos todo en ropa, salidas al cine, comidas, viajes, entre otros, con la excusa de que nos lo merecíamos por trabajar arduamente. Para poder materializar esa meta tuvimos que desprendernos de algo que para ese momento era de gran valor para nosotros, nuestros carros, dado a que teniendo solo una entrada quince y ultimo no daba para pagar las cuotas especiales del apartamento y cubrir los gastos fijos y deudas contraídas; además de compartir el criterio de que era mejor tener cuatro paredes y un techo, a tener carro. Claro está, que sería lo ideal poder tener las dos cosas en simultáneo, pero para ese momento había que decidir entre una y otra, considerando que ignorábamos alguna otra forma de hacerlo sin tener que salir de los carros.
Ya teniendo cada quien un vehículo, comienzan a surgir nuevas metas, la relación se empieza a tornar más comprometida uno con el otro, y es cuando decidimos que el siguiente paso sería comprar un apartamento e independizarnos definitivamente; dado a que ella vivía en la Guiara, Estado Vargas, con su mama y yo vivía en casa de mi hermana en los Teques. Empezamos entonces a evaluar zonas donde se estuviesen construyendo conjuntos nuevos, por un tema de que si comprábamos en plano, tendríamos más posibilidad de pagar las cuotas y adquirir un crédito de vivienda con el banco. Fueron varios meses de búsqueda hasta que para julio del 2013 ubicamos un conjunto residencial en los Valles del Tuy en donde logramos reservar con 20mil bolívares fuertes, siendo este el único capital que teníamos ahorrado, considerando que a pesar de tener unos ingresos buenos para la fecha, nos gastábamos todo en ropa, salidas al cine, comidas, viajes, entre otros, con la excusa de que nos lo merecíamos por trabajar arduamente. Para poder materializar esa meta tuvimos que desprendernos de algo que para ese momento era de gran valor para nosotros, nuestros carros, dado a que teniendo solo una entrada quince y ultimo no daba para pagar las cuotas especiales del apartamento y cubrir los gastos fijos y deudas contraídas; además de compartir el criterio de que era mejor tener cuatro paredes y un techo, a tener carro. Claro está, que sería lo ideal poder tener las dos cosas en simultáneo, pero para ese momento había que decidir entre una y otra, considerando que ignorábamos alguna otra forma de hacerlo sin tener que salir de los carros.
A
pesar de todo lo que para el momento habíamos alcanzado, existía un detalle al
cual no le dimos mayor importancia pero que iba haciendo de las suyas con el
paso del tiempo, y era que por desconocimiento y mal manejo del dinero,
teníamos unas cuantas deudas con los bancos y sumándole a eso los gastos fijos,
los ingresos se iban disolviendo rápidamente quedando cada vez más justos. En
lo sucesivo las cosas en el país empezaron a dejar de ser las mismas,
progresivamente las condiciones económicas iban cambiando, y sin darnos cuenta
poco a poco nuestro poder adquisitivo empezaba a disminuir, y con ello
empezaban a llegar las preocupaciones y surgían una gran cantidad de preguntas,
tales como: ¿ahora que vamos hacer? ¿Cómo vamos a pagar tantas deudas? ¿Cuál
puede ser otra fuente de ingresos? ¿Que estamos haciendo mal?
De Ingeniero a Networker
Con todas
estas preguntas en la cabeza, empieza una nueva etapa en nuestras vidas. Una
etapa de búsqueda de información para poder comprender la situación que
enfrentábamos y encontrar las respuestas a tantas preguntas. Es entonces que, a
principios del año 2015, en el trabajo actual de ese momento llega a mis manos
un libro, a través de una gran persona con la que establecí un excelente lazo
laboral y comenzamos una buena amistad, el cual fue revelador para mí y me
abrió la mente a una nueva forma de ver el mundo, me ayudo a descubrir muchas
de las respuestas que estaba buscando, ese libro fue quien marcó un antes y un
después en mi vida, el mismo es el gran best seller de Robert Kiyosaqui, Padre
Rico Padre Pobre. Empiezan a surgir algunos cambios de comportamiento y forma
de pensar, comenzamos a buscar otras literaturas que nos brindara mucha más
información.
Surge
entonces el deseo de querer iniciar con un emprendimiento que nos sumara un
ingreso extra a nuestro presupuesto. Entre tantas ideas que se nos venían a la
mente decidimos iniciar con una venta de yogurt en nuestra casa, tomando la
iniciativa de que vivíamos en un conjunto nuevo y no había comercios
relativamente cerca. Las ventas se empiezan a dar progresivamente y decidimos
diversificar los productos que ofrecíamos, se incorporan los helados,
refrescos, avances de efectivo, chuchería y por ultimo llegaron las
hamburguesas. Fueron momentos de
aprendizaje, porque aprendimos en la práctica a llevar inventarios, presupuestos
y lo más importante, tratar con las personas. Con el paso del tiempo, el
negocio en nuestra casa nos daba buenos resultados y nos estaba ayudando a
cubrir muchos gastos fijos y nos daba cierta holgura en el presupuesto
familiar. Pero seguía fallando algo en la formula, la situación país seguía
agravando y lamentablemente nuestro negocio era totalmente dependiente de esta;
se complicaba conseguir los insumos, cada vez eran más costosos y se nos
dificultaba el mantener por mucho tiempo los precios ofrecidos a los clientes.
Además, la misma sinergia del negocio nos empezó a agotar físicamente y poco a
poco bajamos el rendimiento, lo cual baja las ventas y por ende bajan los
ingresos. Esto nos hace entender que no podíamos mantener un negocio que
necesitara el 100% de nuestra presencia, dado a que llevábamos en paralelo
nuestros empleos y era muy agotador.
Empezamos nuevamente en la busqueda de otras opciones, le pedimos a Dios algo que nos ayudara a salir adelante. Mientras seguíamos con el negocio en casa, pero ya habíamos salido de gran parte de los productos ofertados. Es entonces para mitad del año 2015, a través de las ventas en casa, que se nos cruza en el camino una maravillosa pareja, personas de un gran valor humano y vocación de servicio, que nos brindan la posibilidad de asistir a un evento de capacitación empresarial de una gran oportunidad de negocios que ellos se encontraban desarrollando. Con algo de escepticismo pero al mismo tiempo con muchas espectativas de encontrar respuestas, decidimos ir al evento y quedamos muy interesados en conocer eso que ellos estaban haciendo. Es así como llega a nosotros la gran oportunidad de comenzar un negocio de network marketing. El cual apertura un nuevo comienzo, marca un antes y un después en nuestro crecimiento como personas, da inicio a la construcción de nuestro patrimonio, romper las cadenas de pobreza en nuestra familia y poder dejar un mejor porvenir a las siguientes generaciones. Estaremos eternamente agradecidos de esa pareja de ángeles que nos dieron esta gran oportunidad y que nos abrieron sus puertas para ayudarnos en este nuevo camino.
Empezamos nuevamente en la busqueda de otras opciones, le pedimos a Dios algo que nos ayudara a salir adelante. Mientras seguíamos con el negocio en casa, pero ya habíamos salido de gran parte de los productos ofertados. Es entonces para mitad del año 2015, a través de las ventas en casa, que se nos cruza en el camino una maravillosa pareja, personas de un gran valor humano y vocación de servicio, que nos brindan la posibilidad de asistir a un evento de capacitación empresarial de una gran oportunidad de negocios que ellos se encontraban desarrollando. Con algo de escepticismo pero al mismo tiempo con muchas espectativas de encontrar respuestas, decidimos ir al evento y quedamos muy interesados en conocer eso que ellos estaban haciendo. Es así como llega a nosotros la gran oportunidad de comenzar un negocio de network marketing. El cual apertura un nuevo comienzo, marca un antes y un después en nuestro crecimiento como personas, da inicio a la construcción de nuestro patrimonio, romper las cadenas de pobreza en nuestra familia y poder dejar un mejor porvenir a las siguientes generaciones. Estaremos eternamente agradecidos de esa pareja de ángeles que nos dieron esta gran oportunidad y que nos abrieron sus puertas para ayudarnos en este nuevo camino.
Nacimiento de un Propósito
No me queda mas que decirles a todos BIENVENIDOS a este portal de crecimiento y que comience la CANDELA.
Me siento muy orgullosa de ti, de lo que has logrado. Leyendo tu mensaje, tu historia, me doy cuenta de cuanto haz crecido, cuánto haz madurado. Que Dios y La Virgen los siga bendiciendo. Te amo papa, y a mi gordis también. Los admiro como personas, como profesionales, como padres. Hacen un trío espectacular 😙
ResponderEliminarMe siento muy orgullosa de ti y de lo que haz alcanzado. Leyendo el resumen de tu historia me doy cuenta de cuánto haz madurado, de cuánto haz crecido. Que Dios y la Virgen los continúen bendiciendo como personas, como padres, como empresarios, como emprendedores. Éxitos. Dios te bendiga, te amo.😍
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